Una de las dudas más habituales a la hora de afrontar el aprendizaje del idioma es por dónde empezar. ¿Cuál es mi nivel de inglés? Al hilo de nuestra experiencia a la hora de formar alumnos, no sólo en inglés sino en cualquier idioma, a esta pregunta le sigue otra, que será clave a la hora de seleccionar el tipo de aprendizaje a seguir: ¿para qué?
Un B2, diferentes B2
Dependiendo del objetivo que te hayas puesto, o el requerimiento de carácter oficial (público, para realizar oposiciones o para emigrar) o meramente laboral o formativo (obtener acceso a una universidad privada, por ejemplo), existen diferentes modalidades de examen, llevadas a cabo por entidades de gran prestigio, como Cambridge u Oxford, y a veces incluso ligadas al propio aparato estatal anglosajón, como es el caso del British Council, que orquesta tanto el APTIS como el IELTS.
Pese a que el B2 engloba una serie de competencias generales, como veremos a continuación, dependiendo de tus necesidades te interesará obtener un título u otro de B2 o equivalente, en función de la entidad ante la que quieras obtener reconocimiento (no todas las entidades aceptan cualquier nivel considerado equivalente a B2). Unos exámenes priman más conceptos prácticos y de vocabulario que otros, como por ejemplo el APTIS, que suele verse como el más asequible y es muy socorrido para quienes necesitan certificar el nivel y poder así finalizar los estudios de grado, mientras que el B2 (FIRST) de Cambridge resulta uno de los exámenes más duros pero está reconocido por una vastísima gama de entidades. El nivel B2 que certifica el IELTS, en cambio, de una dificultad intermedia, suele ser interesante si buscas opositar o buscar trabajo, ya que también sirve para empresas.
En definitiva, es importante que, a la hora de realizar el curso o las clases de inglés B2, te prepares teniendo en cuenta el examen al que te vas a presentar. Normalmente, la academia o escuela ya contará con amplia experiencia y feedback de alumnos que se han presentado a la prueba, y tendrá un banco de actividades específicas suficiente como para preparar la prueba con garantías. Así lo hacemos en Blue Parrot School, para asegurarnos de que nuestros alumnos alcancen el nivel deseado.
Competencias básicas del nivel B2
Sin embargo, y al margen de todo lo mencionado, el nivel B2 engloba el dominio de unas competencias determinadas que se delimitan de forma precisa, y son tenidas en cuenta por todas las entidades que cuentan con denominaciones equivalentes al B2, como el FIRST de Cambridge ya mencionado.
El B2 de inglés se recoge en el Marco Común Europeo de Referencia (MCER) como el cuarto nivel del idioma, un título que reconoce al portador una capacidad Intermedia alta sobre el idioma, o upper intermediate English si atendemos a la denominación oficial.
Tener un B2 de inglés (mayor que el B1, menor que el C1) implica, de entrada, que se te considera apto para vivir de manera autónoma en cualquier ciudad de habla inglesa. Es frecuente que empleados que trabajan en el ámbito internacional cuenten con este nivel B2 de inglés, si bien aún estarán lejos de poder participar de las conversaciones al más alto grado de comprensión.
Sin embargo, si tienes un B2 de inglés sí serás capaz de extraer las ideas principales de los textos en inglés a los que se enfrentes, aun si son de carácter técnico dentro de tu campo de especialización. Además, podrás mantener conversaciones informales con hablantes nativos con la fluidez necesaria para no perder el hilo, así como redactar textos precisos sobre temas determinados, defender una posición determinada y exponer con claridad las ventajas e inconvenientes de una acción.
Otras competencias pormenorizadas son algunas de las siguientes (que, por supuesto, se suman a las que puedes realizar si tienes un B1):
- Rastrear información relevante en los textos y tomar notas mientras alguien habla.
- Escribir una carta con requerimientos específicos, intimando a una respuesta determinada.
- Seguir una conversación sobre un tema conocido, e incluso si se trata de un tema que no se domina.
- Extraer rápidamente información de los medios de comunicación de manera fiable, sin que pueda inducir a errores por la aparición de idioms o estructuras gramaticales completas, por ejemplo.
- Expresar opiniones y razonar con fundamento.
- Pedir más información o una aclaración, con altas probabilidades de entender la respuesta.
- Comprender las instrucciones que se piden en el ámbito estudiantil o laboral.
Como ya preveníamos, un B2 de inglés varía entre una y otra persona, y estas concreciones deberían tomarse sólo como referencia, aunque de carácter oficial. Por lo general, se estima que un alumno tendrá que emplear 600 horas durante toda su vida para llegar a una noción del idioma equivalente a B2. ¡No son tantas, si lo piensas!
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